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Pisco en el siglo XIX – Continuación: El faro de Pisco

Ing. Guillermo Toro Lira S.

Autor en ResearchGate

Olegario Alba

Luego de la publicación en internet de la versión resumida del artículo «Pisco en el siglo XIX – Periódicos, Manuscritos, Memorias, y Exhibiciones Internacionales» (1) han aparecido algunas informaciones adicionales que pueden aclarar aún más el panorama de la tesis presentada.

Una fue la aparición de un video de la entrevista a un historiador chileno de edad de Elqui, Chile, donde narra que un industrialista chileno llamado Olegario Alba viajó al Perú a fines del siglo XIX donde aprendió la producción del pisco (2) convirtiéndose en el primer hacendado chileno en producir una imitación del producto peruano.

La fuente del investigador fue muy posiblemente el Diccionario histórico, biográfico y bibliográfico de Chile, de Virgilio Figueroa, publicado en 1925. En la entrada de Olegario Alba se describe que este señor trae del Perú desde 1875 los conocimientos para producir el aguardiente peruano en el valle de Elqui y que en 1882 ya se vendía tal aguardiente en Valparaíso, Chile (3).

En la bibliografía, Figueroa cita que las fuentes provienen de «informaciones propias» y de un artículo titulado «La Industria del Pisco en Chile» supuestamente publicado en el Boletín de la Sociedad de Fomento Fabril de 1900.

Sin embargo, luego de una exhaustiva búsqueda en los doce boletines de ese año de esa sociedad, no se ha encontrado ese artículo, ni alguno que remotamente esté relacionado con el tema. Lo que si se encontró fue un artículo publicado en el boletín del mes de junio titulado «La Industria de la Pesca en Chile». Se asumió que Figueroa cometió un error tipográfico en la cita del año y se revisaron todos los boletines desde 1884 hasta 1906, todos con resultados negativos. Tal vez algún lector paciente pueda confirmar la existencia del supuesto artículo (4).

¿Habrá confundido Figueroa el artículo de la «Industria de la Pesca en Chile» con uno supuesto «del Pisco»? ¿Habrá tal vez descrito esa historia con la intención de esconder alguna incómoda verdad, sin saber que en futuro existiría el internet? ¿Habrá estado tratando de proteger la reputación histórica de algún personaje contemporáneo influyente?

No se sabe a ciencia cierta, pero presentaremos una plausible posibilidad. Pero antes se aclararán unas preguntas que han habido acerca de un tema poco entendido, tocado en la investigación de la historia del aguardiente chileno referido en el artículo mencionado inicialmente.

Etiquetas

El estudio de la historia del aguardiente chileno publicado en el 2016, indica que en 1882 se registra en Chile la primera etiqueta con la palabra pisco, varios años antes que se hiciera en el Perú. Por ese motivo, se infiere que hubo una consolidación del uso del nombre primeramente en Chile y que tal popularidad fue un incentivo para que en el Perú se comiencen a usar. Inclusive se menciona la existencia de una etiqueta «eslabón perdido» peruana de 1910 y se concluye que es el nexo histórico de un supuesto traspaso de la tradición de nomenclatura chilena a la peruana (5).

La razón por la cual se imprimió en Chile botellas etiquetadas con la palabra pisco antes que se hiciera en el Perú es muy sencilla.

Hacendados pisqueros no necesitaban etiquetas para identificar a su aguardiente. El aguardiente de Pisco se envasaba, transportaba y exportaba en unas muy peculiares botijas de arcilla. Esas botijas le habían dado identidad nacional e internacional al aguardiente peruano por casi trescientos años.

Cuando en Chile se produce la primera imitación del aguardiente peruano (ca.1882), los productores carecían de la identidad brindadas por las centenarias botijas pisqueras. No tuvieron otra alternativa que distribuir la bebida en botellas de vidrio etiquetadas con la palabra pisco para que el consumidor pueda identificar su contenido. Fue una acto de necesidad, no de tradición.

El Perú distribuyó al aguardiente en las típicas botijas pisqueras hasta aproximadamente la década del 1940 (6), cuando factores económicos prevalecieron y poco a poco se comenzó a perder con el tiempo la tradicional tecnología de manufactura artesanal.

Inclusive, existen evidencias que el aguardiente peruano se distribuyó en la ciudad de San Francisco, California en botijas pisqueras hasta por lo menos en 1912 (7).

Como información secundaria se aclará que el tamaño de las botijas pisqueras también daba un cierto descriptor de su contenido, ya que el pisco de uva italia se distribuía en botijas llamadas pisquitos de 3-5 galones cada una, mientras que el pisco tradicional en piscos de 10 a 15 galones (8).

Isidora Goyenechea, el faro del muelle de Pisco y el faro de Lota

La primera etiqueta de aguardiente chileno que lleva la palabra pisco fue registrada en 1882. Llevaba la marca «G», la cual el estudio chileno mencionado la asoció con la familia Goyenechea de Copiapó, Chile. Sin embargo, Virgilio Figueroa acredita a Olegario Alba como el precursor de la industria chilena, aun cuando el registro de su primera etiqueta data recién de 1894 (9). ¿Por qué la discrepancia histórica? ¿Por qué no se ha encontrado la cita clave de la descripción de la industria del aguardiente chileno mencionada por Figueroa? Se presentará una hipótesis plausible.

La figura histórica chilena mas importante de la época asociada con el apellido de la marca del aguardiente chileno de 1882 es Isidora Goyenechea, nacida en Copiapó, una muy acaudalada señora industrialista que había heredado una enorme fortuna al fallecer su esposo Matías Cousiño, dueño de grandes minas de carbón en Lota, Chile (10).

La señora tuvo una participación muy activa durante la Guerra del Pacífico, llegando inclusive a contribuir con un barco a vapor usado en el transporte de las tropas chilenas durante la guerra. Muy apropiadamente, el vapor llevó el nombre de su finado esposo: Matías Cousiño.

A fines de 1880, decenas de miles de soldados chilenos desembarcaron en el puerto de Pisco en su camino a la toma de Lima. El comando chileno decidió que el batallón Quillota se quede en Pisco. Al poco tiempo, fue atacado por centenares de defensores montoneros iqueños. En represalia, el comandante chileno decide incendiar Pisco y toma acciones que se citarán textualmente del diario de un capitán chileno (sin correcciones) (11):

«Se dice que el comandante Echavarría del Batallón Quillota, se ha portado mui enérjico, i les a quitado una partida de animales vacunos de mas de 300, que a la fecha ya están embarcados. El bonito faro que habia en la estremidad del largo i elegante muelle del puerto, cuya construcción es de fierro, se ha embarcado para regalarlo a la señora Goyenechea i destinarlo al puerto de Lota».

Es obvio que tanto el ganado vacuno como el faro del muelle de Pisco fue una extracción que en la actualidad sería considerada ilegal, tal como lo fueron libros extraídos de la Biblioteca Nacional del Perú durante la guerra y que en el 2007 fueron parcialmente devueltos por el gobierno chileno.

El largo muelle de Pisco fue mandado a construir en 1855 por el hacendado iqueño don Domingo Elías, unos de los principales productoreis de pisco de la época y Presidente Provisional del Perú en 1844. La construcción fue encomendada al empresario estadounidense William Wheelwright y la obra se terminó en 1857, durante el apogeo del comercio internacional del pisco (12). En esa época, Domingo Elías tenía localizada su bodega de vinos y piscos en una esquina de la plaza de armas de Pisco.

Tal como se extrajo el ganado y el faro del muelle de Pisco, ¿Se habrán también embarcado instrumentos y herramientas para la producción de aguardiente? ¿Se habrán tomado también parras de uvas pisqueras? ¿Y qué de obreros dedicados a la vitivinicultura y manufactura de aguardiente? El periodo de la ocupación y gobierno del Perú por el estado chileno duró casi tres años desde principios de 1881 hasta fines de 1883. Existieron muchas oportunidades.

La existencia del primer registro de la imitación chilena del destilado peruano en 1882, con marca de fábrica asociada con el apellido Goyenechea, el cual también está asociado con un importante saqueo del puerto de Pisco en 1881 (el «regalo» del faro del muelle de Pisco a la señora Isidora Goyenechea), lleva a la conclusión que existe una gran posibilidad que el aguardiente de Pisco también haya sido parte del pillaje.

Adicionalmente, mientras no se encuentre la fuente citada por Figueroa, donde menciona que existen datos sobre la industria del aguardiente chileno en el siglo XIX, la historia de Olegario Alba imitando al aguardiente peruano antes de la Guerra del Pacífico, debe de ser cuestionada profundamente.

Para finalizar, en la actualidad en la Punta Lutrín del puerto de Lota, Chile existe un antiguo faro de fierro, compatible con la descripción del faro saqueado del muelle de Pisco como atestiguó el capitán chileno en 1881. Ese faro entró en funcionamiento en 1884 a relativamente poco tiempo de concluida la guerra (13). ¿Coincidencia?

Citas y notas

(1) Toro Lira S., Guillermo; «Pisco, un nombre que está impreso en tinta» («Pisco en el Siglo XIX. Periódicos, Manuscritos, Memorias, y Exhibiciones Internacionales»); Disponible en forma reducida en: El Comercio; Lima; 29 de mayo 2017 http://elcomercio.pe/gastronomia/bares-y-copas/pisco-nombre-impreso-tinta-426535 – Accedido en 6/11/2017. Actualizado 10/12/2019: el artículo completo se puede acceder aquí: Pisco en el siglo XIX: Periódicos…

(2) Don Urbano; LA ENTREVISTA A UN ANCIANO CHILENO DE PISCO ELQUI DONDE CUENTA LA VERDAD  30 de mayo 2017. Disponible en youtube  https://www.youtube.com/watch?v=JojdVq1FnTk  – Accedido en 6/11/2017. Referido en facebook por Diomedes Arango.

(3) Figueroa, Virgilio, 1872-1940. Diccionario histórico biográfico y bibliográfico de Chile por Virgilio Figueroa. Sección Chilena. Disponible en Biblioteca Nacional Digital de Chile http://www.bibliotecanacionaldigital.cl/bnd/645/w3-article-330187.html . – Accedido en 6/11/2017. ‘Alba Ochoa Lucio et. al.’; Pg. 258.

(4) Sociedad de Fomento Fabril (Chile). Boletín de la Sociedad de Fomento Fabril; Santiago de Chile: La Sociedad. Disponible en Hathi Trust Digital Library https://catalog.hathitrust.org/Record/006774184 – Accedido en 6/11/2017.

(5) Cofre, Carolina, et. al.; «La guerra del pisco a través del estudio de los marbetes» ; IDESIA (Chile) Volumen 34, No. 2, Marzo-Abril 2016; Pgs. 3-xx. Disponible en SciELO http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-34292016000200004 – Accedido en 6/11/2017.

(6) Memorias del finado hacendado pisquero don Angel Rodolfo «Chaucato» Mejía Sciacaluga, referido en video por Matías Grados, Ica, Perú, en comunicación privada con el autor.

(7) Kunkel, Thomas; Letters from the editor: The New Yorker’s Harold Ross; The Modern Library, New York, 2001. En carta fechada 13 de mayo de 1937, Harold Ross escribe (traducido): «…Pisco, un brandy peruano. Era destilado de un tipo de uva que crece a mil pies de altura en los Andes. Yo solía verlo arribar en San Francisco en barcos costeros en pequeñas jarras de arcilla hecha por los nativos de allí». Ross visitó San Francisco en 1912.

(8) Por ejemplo ver: Cisneros B., Carlos, et. al.; Guía del viajero. Callao, Lima y sus alrededores; Imprenta del Estado; Lima; 1898; Pgs. 28, 187.

(9) Ibid Cofre, Carolina, et. al.

(10) Ibid Figueroa, Virgilio; ‘Goyenechea Gallo Isidora’; Pg. 370.

(11) Casas C., Elías; «Diario de la campaña a Lima del capitán agregado al Rejimiento de Infantería Esmeralda»; publicado en: Ahumada, Pascual; Guerradel pacífico; Tomo VII; Imprenta del Progreso; Valparaiso; 1884; Pgs. 36-38.

(12) Castillo Negrón, Mamerto; Monografía de Pisco; Lima, Cía. de Impresiones y Publicidad; 1947; Cuarta parte: Capítulo octavo: IV.- El muelle de Pisco y sus antecedentes. Disponible en http://mamertocastillonegron.blogspot.com/2014/08/cuarta-parte-capitulo-octavo-iv-el.html?m=0 – Accedido en 6/11/2017.

(13) Vargas Marín, Iván; «Hitos importantes en la historia de faros» ; Memoria de la Comisaría de Marina; Valparaíso; Marzo 31 de 1895. Disponible en Revista Marina http://revistamarina.cl/revistas/2001/5/vargas.pdf – Accedido en 6/11/2017.

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